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La Gruta de Lourdes en Trujillo Alto: ochenta años peregrinando en la Fe y la Caridad

Los fundadores del Santuario

El 6 de enero de 1925 Mons. Jorge Caruana, último Obispo de Puerto Rico, cuando todavía toda la isla era una sola Diócesis, bendijo solemnemente una pequeña Ermita dedicada a la Virgen de Lourdes en el humilde barrio “Las Cuevas” en Trujillo Alto. Era la primera de varias estructuras que los esposos Rivero-Boneta iban a edificar en su finca, para agradecer a la Virgen María, bajo la advocación de Lourdes, por los favores concedidos a estos esposos.

La Ermita

La primera estructura que construyeron los Rivero-Boneta en la Finca que llevaba el nombre de Doña Manuela, fue la Ermita. Su espadaña, o campanario, con arco de reminiscencias moriscas como los arcos de la fachada del Ateneo Puertorriqueño, y muchos otros detalles de su construcción, reflejan el ideario españolista de su fundador, don Ángel. Quizás es el único signo que ha permanecido prácticamente igual desde la fundación del Santuario y por ello ha sido escogido como emblema del aniversario.

La historia en Francia
Por: Mons. Fernando B. Felices Sánchez

En el 1858 la Inmaculada Virgen María se apareció a una niña de 14 años demacrada y empobrecida que vivía en los Pirineos en un tiempo de confusión en Francia. Un jueves 11 de febrero, Bernardette Soubirous, su hermana Marie y otro amigo se dirigieron a un río cercano a recoger leña. Mientras Marie y su amigo cruzaron el río para buscar en el otro lado, Bernardette permaneció en tierra seca. Mientras buscaba madera ella escuchó el fuerte ruido de una tormenta que provenía de una gruta en las cercanías conocida como Massabielle. En la puerta de la gruta había un rosal que se movía como agitado por un fuerte viento, el cual no había. Del interior de la gruta ella vio una nube coloreada de dorado, y poco después a una Señora, joven y hermosa quien salió y se paró a la entrada sobre el rosal. La Señora sonrió a Bernardette y la instó a que se acercara. Bernardette perdió el miedo que podría haber sentido y calló sobre sus rodillas para rezar el SANTO ROSARIO. Luego de que ambas, ella y la Señora completaran estos rezos, la Señora se retiró al interior de la gruta y desapareció.

La historia en Puerto Rico

La Gruta De Lourdes era una propiedad privada de la familia de Don Angel Rivero Méndez y Doña Manuela Boneta y Babel. Ellos terminaron de construir en el año 1925, la "Ermita Nuestra Señora de Lourdes", "La Gruta" y las 14 estaciones del VIACRUCIS, obra del escultor italiano Enrico Arrighini, con mármol de Pietrasanta, de Italia.

30 de marzo de 1925
Esta familia dona, en esta fecha, esta propiedad al Seminario Conciliar de la Diócesis  de San Juan de P.R. y el 25 de noviembre del mismo año, hacen también donación del usufructo. La familia no tenía hijos, pero sí mucha devoción a la Virgen de Lourdes y a la Iglesia.

10 de junio de 1959
En esta fecha, Monseñor Jaime P. Davis, Obispo de San Juan, la vende a la Asociación de Padres Capuchinos. El precio de la venta fue de $600.00

Los Padres Capuchinos
Al hacerse cargo los Padres Capuchino de esta capilla, la feligresía aún recuerda su trabajo apostólico, especialmente del P. Claro y Joel. Los Padres Capuchinos, por falta de personal, devuelven la propiedad a la Arquidiócesis, que decide hacerla parroquia nueva, desmenbrándola  de Trujillo Alto.

15 de agosto de 1975
En esta fecha se erige la nueva parroquia con el nombre de "Nuestra Señora Madre de la Divina Gracia" comprendiendo toda el área poblacional de Las Cuevas, con sus urbanizaciones y las comunidades de Antigua Vía, El Conquistador, Las Parcelas y el Pueblito, ambas de Carraizo Alto.

1 de septiembre de 1979
El Sr. Cardenal autoriza la mutación del nombre de la parroquia por el de "Bienaventurada Virgen María De Lourdes". Este nombre irá mejor con la tradición popular y sobre todo con las cláusulas restrictivas de los donantes.

13 de febrero de 1983
En esta fecha se inaugura el nuevo Santuario Mariano o Iglesia parroquial. Con el aumento de la feligresía y peregrinos,  ya nuestro templo resulta pequeño.

Como empezó nuestro templo, un día a la vez y una esperanza concreta hasta su realización

Vía Crucis, Vía Lucis y Vitrales

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